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Tolerancia periférica

miércoles, 17 de febrero de 2010 , Posted by Dr. Raul Choque at 2/17/2010 12:26:00 p. m.




La tolerancia periférica es la capacidad de bloquear la activación de linfocitos maduros autorreactivos impidiendo que produzcan una respuesta inmune frente a un antígeno concreto. La concurrencia de señales coestimuladoras es necesaria para que la estimulación antigénica produzca la activación de los linfocitos T y la subsecuente respuesta inmune de los antígenos específicos. La ausencia de segundas señales coestimuladoras promueve la tolerancia al antígeno reconocido.
La presencia de células T autorreactivas en periferia es común, los individuos sanos tienen células autorreactivas en periferia, pero éstas no están activadas y exhiben un fenotipo naive o regulador negativo. En pacientes con enfermedades autoinmunes las células T autorreactivas de la periferia tienen fenotipo efector autoagresivo y memoria, que es el que les confiere capacidad patogénica.
La activación de células autorreactivas para desarrollar una respuesta efectora lesiva requiere que el encuentro con el autoantígeno se produzca en unas condiciones de adyuvancia pertinente, tales como las que pueden concurrir en una infección o en daño o destrucción tisular.

Hay diversos mecanismos que evitan que los linfocitos autorreactivos se activen en periferia y se conviertan en células efectoras y memoria autoagresivas y patogénicas. Para que se reproduzca la ruptura de tolerancia es necesario que varios de estos mecanismos fallen en cadena. Los principales mecanismos de mantenimiento de tolerancia en periferia son:




Ignorancia clonal.

Se entiende por ignorancia clonal el mecanismo por el cual los linfocitos T no detectan la presencia de células propias de manera adecuada. Esto podría ser por la presencia de barreras anatómicas interpuestas entre las propias células autorreativas del organismos y los linfocitos T o por otras causas. Entre estas causas se podrían destacar que una  mayor parte de las células parenquimatosas de los tejidos periféricos ‑desde las células musculares a las neuronas‑ no expresan moléculas de MHC de clase II, un requerimiento esencial para el reconocimiento de los antígenos por parte de los linfocitos CD4+ de tipo colaborador.

Supresión clonal.

El descubrimiento por Gershon en 1974 de que en el curso de la respuesta inmune se generaba actividad supresora, es decir, mediadores capaces de inhibir la reacción inmunológica en marcha, llevó a la especulación sobre la existencia de células T con actividad supresora de la respuesta inmune. De acuerdo con esta hipótesis existirá un repertorio de células T supresoras (que inicialmente se pensó serían de fenotipo CD8+) inhibiendo constantemente a células T helper autorreactivas.

Deleción clonal.

Se eliminan las células autorreactivas. Es el principal mecanismo de la “tolerancia a nivel central”. Gracias a él se garantiza que los linfocitos maduros que dejan los órganos  linfoides y van hacia tejidos periféricos no respondan a antígenos propios.

Anergia clonal. 

Pérdida de la capacidad de respuesta a su antígeno de células concretas. Se produce cuando la célula presentadora de antígeno confiereestimulación antigénica al linfocito Th (1ª señal) en ausencia de coestimulación antigénica (2ª señal).



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